MANUAL DE Jueces TERRITORIALES

 

 

Con este manual pretendemos ayudar a los diferentes Comités Territoriales de Jueces en los cursos que convocan para acceder a la categoría de Juez territorial. A nuestro entender, el Manual de Jueces de Atletismo es bastante intenso para poder manejarlo por personas que, en principio, no tienen conocimiento del juzgamiento del Atletismo. Por lo tanto, en nuestra creencia de que para una persona que comienza puede ser bastante complejo el Manual IAAF, se prepara este Manual sobre el Reglamento para el profesorado y alumnado encargados de dar o recibir estos cursos, por si les sirve de ayuda.

 

Una vez que estos nuevos Jueces Territoriales, han acudido asiduamente durante una temporada a las pruebas que se celebran en sus provincias y por lo tanto, se hayan familiarizado con la pista, habiendo adquirido ciertos conocimientos, sería conveniente hacer otro curso o charlas más intensas sobre el Manual IAAF.

 

Por la experiencia creemos que como más se aprende después de tener ciertos conocimientos técnicos reglamentarios, es con la actuación como Juez en las pistas. Para adquirir los conocimientos necesarios es muy conveniente que roten en las diversas funciones o puestos que se pueden desempeñar como Jueces, con esto se consigue que no se encasillen desde el primer momento en un determinado puesto.

 

Se recomienda que durante el curso tenga lugar alguna clase en una pista, con el fin de que los aspirantes a Jueces se familiaricen con la misma, enseñándoles el diverso material y zonas necesario para una competición, como pueden ser: las zonas de los concursos, las salidas de las diversas carreras, artefactos, zonas de colocación del material, etc., así como la preparación de una competición desde el principio hasta el final de la misma.

 

Estos Jueces, en un primer momento asistirán a las pruebas que se celebran en su provincia de nivel provincial como pueden ser los Campeonatos Escolares, Pruebas Federativas, Campeonatos Provinciales, etc., por lo tanto se ha quitado del manual aquellos temas o puestos que un principio no son necesario para estas Competiciones.

 

En el Manual no aparecen preguntas ni ejercicios, ya que esto lo dejamos a los profesores que den los cursos, en caso de necesidad, en el Manual de preparación de los Jueces Nacionales y Jueces Árbitros editado por el CNJ, hay bastantes preguntas que pueden servir para los cursos de Jueces Territoriales.

 

Algunos artículos o parte de ellos, aparecen repetidos a lo largo del manual, tanto en carreras como en concursos, es con el fin de recordar partes importantes del Reglamento. Tampoco se sigue el orden del Reglamento de la IAAF, ya que se ha preferido introducir los temas relacionados entre si.

 

Este manual se ha realizado con las aportaciones de diversos trabajos realizados por Jueces que conforman o han conformado la Junta del Comité Nacional de Jueces.

 

                   

Además de las nociones de Reglamento imprescindibles para poder acceder a la función de Juez Territorial, hemos añadido unas notas con explicaciones, que esperamos sean de utilidad y aclaren y completen las funciones y maneras de actuar de los Jueces en una competición.  Estas notas explicativas y los consejos sobre la actuación de los Jueces, que no pertenecen propiamente a la reglamentación vienen destacadas y/o con el texto en otro color.

 

La Real Federación Española de Atletismo reconoce los siguientes grados de Jueces.

·        Juez Territorial - Con licencia de su Federación Territorial y adscrito a su Comité Territorial de Jueces.  Actúa en competiciones del ámbito de su Federación Territorial y las que le delegue la RFEA.

·        Juez Nacional

·        Juez Árbitro

·        Juez Árbitro Nacional

Los Jueces de categoría nacional tienen licencia de la  RFEA.  Pueden ser designados por el Comité Nacional de Jueces para ejercer funciones de Juez Árbitro, Jurado de Apelación, Juez de los Paneles de Especialistas, y Juez en Jurados de cualquier competición.   Acceden a las distintas categorías superando los exámenes y pruebas correspondientes.

 

Algunos consejos básicos para los Jueces

 

Movernos en la pista de una forma estudiada. Solo, sin resaltar. En grupo, de manera uniforme, por el camino que menos estorbe, y buscando la mayor economía de movimientos. Que no se nos note.  Cuantos menos Jueces haya en una pista mejor.  Los Jueces sólo corren cuando juzgan caídas de artefactos.  Un Juez corriendo causa alarma, sobre todo en pista cubierta.  Los gestos de los Jueces han de ser mesurados, no hay que hacer aspavientos ni ademanes ampulosos.  

 

   Hablar a los atletas con voz clara y audible, especialmente cuando se les llama, dirigiéndonos a ellos por su nombre y primer apellido. Cuando sea preciso elevando el tono, para que sea percibido a distancia o por el público y, cuando no, lo suficiente para alcanzar a nuestros interlocutores. Ante todo con la mayor corrección y serenidad. La discusión no tiene cabida en una competición; aparte de una explicación que pueda conducir al entendimiento, está la reclamación y la resolución que proceda. Esto para no discutir, y cuando no se pueda tener un diálogo distendido, siempre breve, para explicar o aclarar algo.

 

   Estar atentos en nuestro cometido, y lo primero es conocerlo. Aclarar antes de empezar cualquier duda que pudiéramos tener. Pedir consejo a personas con mayor experiencia y fijar nuestros sentidos en lo que hacemos, sin dispersarlos en todo lo que acontece en esos instantes en pista, y que quizá sea más llamativo que lo que nos ha tocado.

 

   Aprender de todo lo que vemos, de los aciertos y de los  errores propios y ajenos.  Después de cada actuación hay que preguntarse por qué alguien ha visto algo que a nosotros nos ha pasado desapercibido, de esa manera la próxima vez no nos ocurrirá.

 

   Aceptar el papel que nos toque, que no siempre nos agradará, salvo que asumamos de antemano que cualquier función merece nuestro esfuerzo. Cierto que hay unas más importantes que otras, pero desde el puesto más nimio se puede entorpecer el buen desarrollo de una prueba. Tomar con agrado una tarea es empezar a hacerla bien.

 

   Tomar iniciativas. No ser un convidado de piedra, ni esperar que nos lo digan todo. A veces no todo viene rodado. Inventar es bueno, si el invento es provechoso, no hay que temer las innovaciones. Por un lado, comparte tus ideas con los demás; por otro, déjate convencer sin actitudes tercas.

 

   Relacionarnos con los compañeros de forma cordial. Teniendo en cuenta que somos un colectivo con unas jerarquías mínimas y muchas veces alternantes. Cada uno puede estar en su sitio porque nosotros nos dedicamos, precisamente a mantener el orden en una disciplina deportiva, y cada uno debe estar en su sitio, porque, afortunadamente, este es un trabajo de equipo, donde la actividad de cada cual se ve con mucha claridad.

 

   Eliminar feísmos, mascar chicle, fumar, comerse el bocadillo en la pista, formar corrillos y, en general, adoptar actitudes que denoten desinterés. Somos el centro de atención sólo para lo negativo. Hay que estar bien sentados, y no tendidos sobre la silla.  Un Juez que, simplemente, levanta una bandera, no causa el mismo impacto visual que uno que parece estar haciendo señales desde un barco.

 

   Presenciar la competición como Juez, no como espectador. Para el público debe quedar bien patente que no tenemos favoritismos. El que quiera aplaudir, desde la grada y en la ceremonia de premiación. El que quiera animar, que no lleve uniforme. Al acabar las pruebas, lo indicado es despedirse de los atletas educadamente, pero sin ceremonias y, por supuesto sin atosigar a las estrellas con peticiones de autógrafos o fotos.