GALA ATLETISMO VALENCIANO 1999 |
BREVE
SEMBLANZA |
Reconocimiento de la I.A.A.F. a su labor en pro del atletismo, con motivo del 75
aniversario en 1987; insignia de oro de la R.F.E.A. en 1990 y de la AEA (Federación
Europea) en 1995; insignia de oro y brillantes del Valencia C.F., Antonio Ferrer es uno de
esos extraños profetas en su tierra que gozan en vida del respeto y admiración de todos
aquellos que le rodean.
Nacido el 5 de mayo de 1925, en el barrio de Ruzafa en Valencia, tomo por primera vez
contacto con el atletismo de zapatilla y pantalón corto durante las navidades del 39 en
una "Copa de Reyes" que discurría por la antigua estación de trenes, el puente
de hierro y las calles de Monteolivete.
Pronto se daría cuenta que el amor por este deporte debía encauzarlo por otros caminos y
fundo el Club Atlético Valencia, con sede en el bar Gorila de la Gran Vía Marques del
turia. Subvencionadocon las colaboraciones de la clientela, alguna que otra lotería y el
bolsillo de Antonio, el nuevo club recoge durante la decada de los cincuenta a buena parte
de los corredores de la época y algún que otro lanzador. Quizás fuera Leonardo
Banacloches el atleta más emblemático de aquel primer proyecto.
Con la recuperación por parte del Valencia C.F. de las Secciones Deportivas a primeros de
los años sesenta, pasa a ser el nuevo delegado del Atletismo. Desde la "casa
blanca", Antonio genera una de las entidades deportivas españolas de mayor prestigio
del siglo XX. La formación de técnicos , la captación de jóvenes valores y la
vertebración de un gran club abierto al exterior, fueron sus máximas ambiciones. Su
primera joya: Rafael Blanquer.
En octubre de 1964, José Antonio Caparrós, presidente de la F.V.A., lo reclama para que
apoye su proyecto. Desde la Federación trabaja para la recuperación de la tradicional
Volta a Peu a Valencia y reclama para la ciudad y para el deporte, el viejo cauce del río
Turia. Allí celebran dos ediciones del "Cross Internacional Ciudad de Valencia"
y un Campeonato de España de Campo a Través.
Enfermo Caparrós , a primeros de los años setenta es nombrado para sustituirle por
Rafael Cavero, presidente de la R.F.E.A. Como máximo mandatario del atletismo valenciano,
Antonio se entrega al "Paln Provincial", estrategia que pretendía acercar el
deporte a las comarcas. Como directivo en la nacional desempeña diferentes funciones
relacionadas con el cross, los clubes y las federaciones territoriales.
En 1975, el deporte español vive las primeras elecciones democráticas. Juan Manuel de
Hoz sería el nuevo dirigente del atletismo español y sus vice-presidentes: Rafael
Puignau, Manuel Rodríguez Piñero y Antonio Ferrer. Desde la Federación Españolay al
frente de la provincial, nuestro homenajeado vive los años más dulces del atleismo
valenciano, con Campos, Blanque, López Peris en lo más alto y más de siete atletas en
el equipo nacional. Tres años más tarde y por discrepancias con el comité
técnico, Antonio presenta la dimisión y vuelve al Valencia C.F. La cantera, los
técnicos y el club, vuelven a ser el centro de toda su atención.
Durante la época de los años ochenta se va incorporando a nuevas responsabildades
directivas. Primero de la mano de Alberto de Miguel en la F.V.A. y más tarde con José
María Odriozola en la R.F.E.A. En 1991 es elegido presidente de la Comisión Nacional de
Clubes y desde ese estamento, crea la actual Liga Nacional de Clubes e impulsa el
campeonato de promoción indoor de mayor prestigio nacional: la Copa de Clubes Junior en
Pista Cubierta, competición que a propuesta de la Junta Directiva de la R.F.E.A.
lleva su nombre, "TROFEO ANTONIO FERRER".
Es posible que a alguien se le pasara por la cabeza jubilar a Antonio al poner su nombre a
esta competición, pero desde luego no lo consiguió. Con la desaparición en 1995 de las
secciones Deportivas del Valencia C.F., no dudó ni un instante en crear el Club Atletismo
Valencia, hoy Valenci-Terra i Mar, al frente del cual ha obtenido los mayores éxitos
internacionales, como el subcampeonato de Europa de clubs, categoría femenina.
A sus 74 años, la actividad de Antonio Ferrer sigue mareando a las más de veinte
personas que trabajamos a su alrededor. No cesa en su empeño, como siempre lo hizo, de
dejar constancia en boletines, memorias y publicaciones, todo lo acontecido. Sigue
aportando ideas para la escuela de atletismo y las categorías inferiores. Coordina con
los mejores clubes de Europa, la creación de una nueva competición de equipos
continental. Y lo que es peor, sigue teniendo fuerzas para soltar cuatro gritos al primero
que se le pone por delante.